Nomofobia








Sin duda, existen fobias extrañas en el mundo. La Nomofobia, o miedo a olvidar el celular, es una de las más nuevas. El término 'Nomofobia' proviene de las palabras "No-mobile-phone phobia" (o miedo a olvidar el celular).







Un estudio demuestra que el 53% de las personas se sienten nerviosas cuando olvidan el teléfono móvil o cuando éste se queda sin batería o sin cobertura. De acuerdo con el estudio, la razón principal a esta fobia extraña es la imposibilidad de comunicarse que representa olvidar el celular.






Los síntomas que pueden delatar a una persona que padece de nomofobia son:






  • Si se lo olvida en casa vuelve a buscarlo. Siente autentico miedo irracional a dejárselo o salir a la calle sin él.

  • Si se queda sin batería es capaz de comprar un cargador nuevo para enchufar el teléfono en cualquier sitio.

  • No suele entrar en locales o lugares en los que no hay cobertura y en caso de tener que hacerlo, busca el punto de cobertura de todo el lugar o está continuamente entrando y saliendo.

  • Nunca apaga el móvil e incluso si va al cine lo pone en vibración y lo observa continuamente.

  • Necesita estar “localizable” las 24 horas del día.



En cuanto a aquellas personas más propensas a padecerla encontramos a las mujeres y a los adolescentes. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer esta enfermedad, dentro de este rango el 8% de los universitarios son los que más lo sufren.










Hoy en Android Básico os vamos a ofrecer una breve entrevista realizada a un nomofóbico.





Android Basico: Juan, buenas tardes y gracias por brindarnos la oportunidad de realizar esta entrevista contigo.





Juan S.: Gracias a ti y felicitaciones por el trabajo que realizas en el blog.





AB: ¿Desde cuando sabes que sufres nomofobia?





JS: Desde finales de 2009 sabía que algo no iba bien, en 2011 me lo diagnosticaron.





AB: ¿Quién te lo diagnostico?





JS: El médico de cabecera.





AB: ¿Tiene cura? ¿Hay medicación?





JS: Sí,  bueno simplemente y dependiendo de tu 'grado de adicción' a estas maquinitas, el rehabilitarte puede ser más o menos complejo. Sobre el tema de la medicación en los casos más agudos creo que se trata con benzodiacepinas como cualquier otro cuadro de estrés.





AB: ¿Actualmente tienes móvil?





JS: Sí, es necesario por mi trabajo.





AB: ¿Que móvil tienes?





JS: (se saca un Samsung Galaxy S3 del bolsillo y nos lo muestra)





AB:¿Cuando empezaste a sospechar que sufrías esta adicción al teléfono?





JS: Una característica clara del problema es que tienes continuamente la sensación de que te ha llegado un mensaje o de que has pedido una llamada cuando en realidad no es así. Frecuentemente te encuentras comprobando el móvil sin que este haya emitido ningún ruido o ninguna vibración.





AB: ¿Cuantas veces al día compruebas o has llegado a comprobar las notificaciones de tu smartphone sin que este sonara?





JS: Muchas.





AB: Muchas pueden ser ... ¿Más de 50?





JS: Y más de 200 también.





AB: Un problema con el uso frecuente de los smartphones es la autonomía. ¿Que haces cuando se te termina la batería o se está a punto de terminar?





JS: (Se introduce una mano en el bolsillo de la americana y nos muestra una segunda batería).





AB: ¿Siempre llevas contigo una segunda batería?





JS: Sí, bueno, antes era peor, con el otro smartphone que tenía antes, he llegado a llevar encima hasta tres baterías.





AB: ¿Que sensación te causa pensar que se te puede romper el teléfono o que te lo puedan robar?





JS: Tengo otro Samsung de reserva en casa, esta configurado, sincronizado y tiene las mismas aplicaciones que éste. Si se rompe sólo tendría que insertar la sim en el otro y ya está. Lo complicado sería que eme lo robaran, entonces tendría que ir hasta una tienda Vodafone para pedir un duplicado de tarjeta y luego a casa a buscar el teléfono de reserva.





AB: ¿Siempre has tenido un segundo teléfono de reserva?





JS: No, antes tenía dos de reserva, pero mi mujer se quedó uno de ellos (y nos sonríe).





AB: Juan, nos has hablado de un tratamiento...





JS: Si, bueno más bien es una terapia de buenas costumbres. Por ejemplo ahora llevo unas semanas dejando voluntariamente el teléfono en casa todos los domingos.





AB: ¿Y funciona?





JS: La verdad es que lo hecho de menos. Pero es muy reconfortante llegar a casa y ver que no  ha llamado nadie, ni que tampoco tengo mensajes.





AB: ¿Cómo empezó todo?





JS: Bueno, por mi trabajo, he de estar localizable siempre, supongo que todo viene de ahí.





AB: ¿Puedes decirnos de que trabajas?





JS: Por supuesto. Soy comercial.





AB: Bueno Juan, pues nada más, ha sido un gusto conocer tu experiencia.











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